Esta historia me la contó mi abuelo Sebastián hace unos años antes de que muriera. La historia pasó cuando solo él tenía veinticinco años.
Fue en el año 1789 en la tenebrosa ciudad de Tralsilvania cuando mi abuelo todavía no se había mudado a Roma por asuntos de trabajo. Allí vino una extraña familia llamada (la familia) Bood. Sus rasgos eran muy fríos, tenían la piel pálida, los ojos rojos, unas ojeras tremendas que parecían que no habían dormido en 100 años, y el pelo lo tenían moreno azabache. Mi abuelo decía que parecían albinos. La familia se componía de cuatro personas: la madre, la elegantísima señora Victoria, que tenía un pelo largísimo y siempre llevaba consigo un colgante muy raro, por lo que mi abuelo decía que era un amuleto…El padre era el señor Stefan, un señor esbelto y que siempre iba de traje; después estaban los gemelos Christine y Marco cuyos aspectos no eran muy agradables de ver porque parecían tristes y tenían cara de hambre. Ellos dos eran parecidos, pero lo que no le cuadraba a mi abuelo era que estos niños de aproximadamente doce ó trece años no les gustaba divertirse nunca bajaban a la ciudad a jugar con los niños de pueblo.
Los Bood siempre iban de negro ¿o eran góticos o quieren ser elegantes? La verdad que en ese momento mi abuelo no estaba muy seguro lo que sabía era que no se trataba de una familia corriente sino más bien rarita.
Ellos llegaron el día trece de octubre y se alojaron a las afueras de la ciudad en un castillo antiguo. Según los hechos que cuenta mi abuelo los Bood vinieron de Norte de Rumania pero no supo porque razón vinieron aquí.
La familia no se comunicaba con la gente y los gemelos no iban al colegio, cosa que era muy rara para una gente tan rica y adinerada.
A lo mejor los gemelos eran superdotados, quién sabe…
A los dos días de que vinieran los Bood, ocurrió un asesinato de un cazador que rondaba por el bosque cerca del castillo. Decía mi abuelo que lo habían descuartizado, le habían quitado los órganos internos y las mordeduras no se parecían a las de ningunos de los animales que habitaban por aquí.
La gente de Tralsilvania se atemorizó un poco, porque nunca había pasado nada igual por estas zonas.
Los Bood no venían a la ciudad a ninguna hora del día y de la noche, no sabían si venían porque a las seis mucha gente estaba en sus casas para cenar.
A los tres días hubo asesinato, esta vez del señor William Petter el secretario del alcalde. Él estaba conduciendo por la carretera de la 140, se dirigía al castillo para darle la bienvenida a los Bood, cuando a medio camino le atacaron los mismo animales que mataron al cazador pero esta vez los daños fueron más leves parecían mordiscos de las crías de esos animales, pero no se sabía. Mi abuelo que era uno de los ayudantes del jefe de policía, vio todo el cuerpo del señor William y dice que daba asco ¡Duak!
Al día siguiente, mi abuelo al atardecer fue a ver a los Bood para ver si ellos tenían problemas o había sido atacados .Cuando estaba al llegar se encontró el señor Stefan, mi abuelo salió del coche a comentarle eso de los asesinatos, cuando ¡zas! El señor Stefan sacó unos colmillos y dijo:
-Pues claro que se quién ha sido, mejor dicho quienes-dijo con ira-
Mi abuelo se alertó y tenía la pistola en la mano.
-¡Habéis sido vosotros, sucios vampiros!- dijo mi abuelo con un poco de miedo
-Ummm, tu sangre será suficiente para mí- dijo Stefan que se iba a lanzar sobre mi abuelo.
-¡Mi sangre no sé, pero tu corazón plomado! ¡BAM BAM!-mi abuelo le disparó y el señor Stefan se paró unos momentos para recuperarse. En es momento mi abuelo se fue a todo gas con su escarabajo del 78.
Mi abuelo en tres días buscó una solución. Fue a la iglesia cogió agua bendita, se puso una cruz de Jesucristo y cogió unas cabezas de ajo. En la noche de ese día fue hacerle frente a los Bood.
Ellos cuando lo vieron quisieron atacarle pero no pudieron acercarse pues el olor del ajo no podían soportarlo le dolía la cabeza a todos ellos y la imagen del Jesucristo ni la podían ver…Mi abuelo fue al lío, le derramó el agua vendita por todo el cuerpo y los Bood se hicieron cenizas al instante.
Mi abuelo cogió el amuleto de la señora Victoria y se lo quedó como si fuera un trofeo. Pero al cabo de 24 años murió, porque ese amuleto era para que los Bood vivieran 24 años más de lo puede vivir un vampiro (1.000 años).Por eso se establecieron los Bood en Tralsilvania para empezar una nueva vida. Mi abuelo no tuvo que haber cogido ese amuleto pero qué le vamos hacer…
Siempre que veáis a unas personas albinas muy extrañas no os acerquéis porque pueden traer consecuencias
11 de diciembre de 2009
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