¿Dónde está mi buena suerte?

(Se abre el telón, aparece la entrada de la casa de María, María sube al autobús y es un día lluvioso por la mañana)

María-¡Hola, Carlos!

Carlos-Hola María. ¿Cómo estás?

María-Yo bien, pero tú, ¿qué haces con las zapatillas de estar en casa?

Carlos- Yo…Yo…

(Carlos se puso rojo como un tomate)

Niños- Todos se ríen.

María-No te preocupes que te va muy bien con esa camiseta.

Carlos-Pues sí, pero como yo tengo el título de patoso, pues seguro que algo me pasa.

(Al llegar al colegio, se bajaron todos del autobús y en la entrada del instituto había un charco y todos lo saltaban sin problemas, pero Carlos…)

María-Venga, Carlos, salta de una vez.

(Llega Sonia, una amiga muy supersticiosa)

Sonia-Hola chicos, ¿Qué pasa?

María-Pasa que Carlos no quiere saltar.

Carlos-No, seguro que me caigo. Pero bueno saltaré si así os quedáis contentas.

María y Sonia-¡Una, dos y tres!

(Carlos salta y se cae al charco y se moja entero y empieza a lloriquear)

Carlos-Ves como me he caído, es que lo sabía, algo siempre me tiene que pasar.

María-No te preocupes nunca cambiarás, qué la vamos a hacer.

Sonia- Ya sé lo que puedes hacer.

María y Carlos-¿Qué?

Sonia-Pues, esta tarde vamos a una tienda de amuletos y te compras una, seguro que funciona.

Carlos-¿Pero eso da suerte de verdad?

María-Sí, por lo menos es una solución posible.

(Al acabar el instituto, los tres van andando a comprar el amuleto, ya en la tienda)

María- Para asegurarnos de que funciona vamos a hacer una prueba, pero no se me ocurre cual.

Sonia-¡Ya sé! Salta el charco del Instituto, Carlos.

Carlos-Está bien, pero yo creo que el chisme este no funciona.

(Van otra vez al instituto y se colocan delante del charco)

María-Vamos salta Carlos.

Sonia-Sí, venga.

Carlos-Pero…Pero…

María y Sonia-¡Venga!

(Carlos salta el charco y no se cae, Carlos tiene cara de asombro)

Carlos-¡Ya no tengo mala suerte!

María-Claro, y decías que no iba a funcionar…