4 de noviembre de 2009

EL MISTERIO DE LA CASA WARWICH


Varios amigos fueron a una fiesta en la casa Warwich por la celebración de no haberse demolido. Todo empezó el día trece de septiembre de 1995. A la fiesta asistió mucha gente, lo que nadie sabía era que la casa estaba embrujada.

Dos chicas, María y Laura, les dijeron a Álvaro y a Lucas que iban a la cocina a por algo para beber. Los chicos, al ver que no volvían después de mucho rato de espera, decidieron ir a ver qué pasaba. Cuando llegaron a la cocina, Laura estaba sola de espaldas, pero cuando la llamaban no hacía caso. Fueron a por ella y cuando Lucas le tocó el hombro, le arrancó de un bocado el brazo y la cabeza, y empezó a darle vueltas a la cabeza y a vomitar sangre verde. Álvaro corría asustado hacia un pasillo con muchas puertas y entró en una habitación en la que había muchas lápidas. Era terrorífica. María estaba allí descuartizada, colgada pedacito a pedacito en el techo, llenos de sangre verde que había vomitado Laura. En ese momento, entraron Laura y Lucas sangrando, y Álvaro huyó, pero se encontró a los invitados de la fiesta, que acabaron por descuartizarle.

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