13 de marzo de 2010
Relato policiaco
Londres sigue muy de cerca el trabajo de un equipo de forenses liderados por Willian, que utilizan tanto los métodos más modernos de investigación como las técnicas más antiguas para resolver todo tipo de crímenes. Lo importante es averiguar cómo se cometió un crimen, alguien mató a una familia.
Londres es un lugar donde los instintos más bajos del ser humano dan lugar a los más horribles crímenes. Y es cada vez que esto sucede cuando el equipo de detectives entra en acción. Ellos estaban en un asunto muy importante, se puede decir que el más importante de su vida, porque si no descubrían al asesino en 48 horas, serían expulsado del equipo de detectives. El jefe se los dejó bien claro, porque ellos unos años atrás, tardaron dos años y medio en solo encontrar al criminal que mató a una mujer.
Habían encontrado unas pruebas perfectas para saber quien era el asesino. Al abrir el sobre del análisis de pruebas vieron que no contenía nada en su interior. Fueron hablar con la que examinó las pruebas y ella dijo que todo la información que tenía lo había puesto en el sobre. Ellos intentaron recordar que había pasado desde que recogieron el sobre, Willian se acordó que Max estaba con él antes de abrirlo pero no sospecho nada raro. Él al recordarlo comenzó a sospechar y le dijo al jefe que lo fuera a buscar; lo estaban buscando y llamándolo al móvil para ver si podían localizarlo, pero nada, parecía que se hubiese ido a la fuga.
Lo que nadie sabía es que Max se fue a la fuga porque cogió las pruebas que incriminaban a su sobrino.
Al encontrarse con su sobrino él dijo que le diera el dinero hablado. Y el sobrino dijo que a cambio le diera las pruebas que lo incriminaban, y él así lo hizo. Al tener las pruebas que lo inculpaban comenzó a pensar que le había salido mal en su crimen perfecto y comenzó a pensar lo que hizo, al entrar a la casa de los Torres, antes de matarlos. Repasó todo lo que izo paso a paso y recordó que el fallo que tuvo fue al cerrar la puerta, se olvidó de limpiarla.
Mientras tanto, los detectives avisaron a toda la policía que se buscaba a un hombre que se había dado a la fuga, con unas pruebas que culpaban al asesino de una familia.
Los policías comenzaron en localizar su móvil, pero no pudieron, porque Max lo había destrozado.
Vieron a unos hombres que iban a cruzar de la frontera, uno era idéntico a la descripción que le habían dado de Max,efectivamente era él. Comenzaron a llamar a refuerzos para rodearlos, ellos se dieron cuenta de lo que pasaba y decidieron ir corriendo cada uno por un lado. Pero el plan le fracasó a Emilio, el sobrino de Max, y lo cogieron. Solo quedaba Max y dos hombres más, se dieron cuenta que si no corrían lo suficiente, los iban a coger. En ese momento Max se tropezó y también lo cogieron, los otros dos hombre lograron escaparse, pero si algún día los cogían serían juzgados por cómplices y huir de la policía. Max al estar en el coche, para ir directamente a la cárcel por destrucción de pruebas, estaba recordando en los momentos que había pasado él y sus compañeros de trabajo, llevaba con ellos ya 20 años. Él se daba vueltas a la cabeza que porque izo una cosas asín, pero alomejor lo izo solo por el dinero.
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