Luz
Cuando navego en el mar proceloso por este mundo maltrecho y herido,
sintiendo el pecho ya casi vencido por los embates de un tiempo azaroso.
Cuando mi alma se llena de pena al ver a hermanos luchar contra hermanos.
Cuando de horror ya me tiemblan las manos viendo crecer esta triste condena...
Siento en el alma una paz infinita,al vislumbrar, allá lejos, brillando,
un gran lucero de bello trasluz.Esa eres tú, dulce flor, exquisita,
Esa eres tú, gran mujer, alumbrando al navegante fulgente de alegría
Porque tiene mucho sentimiento.
Antonio Pardal
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