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Hace miles de años, los desastres azotaban la zona del Tíbet donde los demonios causaban mucho sufrimiento. El Boddhisatva de la Misericordia le pidió a Buda que enviara a su hijo Tuiba Gewafa. Este se hace llamar el rey Gesar. Consigue dominar a los demonios, disminuir la violencia, ayudar a los necesitados y beneficiar al pueblo. Finalmente consigue eliminar a los demonios que querían acabar con su vida. El día de su nacimiento pone fin a la desgraciada situación de su pueblo. Cuando se hace adulto, se ocupa de castigar a todos los monstruos de este mundo. Una vez terminado esto, sube al reino de los dioses junto con su madre.
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