28 de enero de 2010
La derrota.
Calló la guerra el derrotado
mira sus ruinas su alma
su escudo roto
la soberbia del vencedor los astros
lejos de él
arden como los días de batalla
en que desenvainó su corazón
con los trapos de la memoria limpia
la espada que empuñó
la pasión que se oxida de noche.
Creemos que el poema del derrotado sí es real porque conocemos situaciones similares por el cine y la televisión.
Al derrotado le molestan dos cosas, su escudo roto y la soberbia del vencedor.
Para concluir pensamos que no tiene porque ser todas las derrotas iguales.
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