1 de diciembre de 2009
En el cementerio
Había una vez unos niños que decidieron ir a un cementerio que estaba situado en un monte apartado de la civilización. Decidieron ir porque allí se decía que enterraban a las personas vivas.
Ellos se pusieron rumbo al cementerio. Cuando llegaron, vieron a un hombre en una jaula pidiendo ayuda desesperadamente y diciendo:
-"Ayudadme, me quieren enterrar con vida". De repente salió un hombre de una edad avanzada diciendo:
-Poco a poco recuperaré mi edad, seré muy joven y fuerte porque te quitaré tu salud.
Y así lo hizo, le quitó su salud y se convirtió en un hombre de unos 34 años con una fuerza física espectacular. Pero aún tenía un defecto, era que no aguantaba la luz solar ni lugares muy luminosos.
Sin embargo, tenían tanto susto que no eran capaces de plantarle cara, así que salieron corriendo, pero uno de los niños de cayó y el hombre lo vio, lo atrapó y lo metió en una jaula para quitarle su salud y después de encerrarlo ya estaba muy débil. No obstante, uno de ellos ideó un plan. Este consistía en que dos lo distraían y el otro lo alumbraba con un foco. Todo estaba saliendo bien pero el foco estaba fundido porque era muy viejo. El hombre cabreado sacó un cuchillo, y cuando todo parecía perdido un niño cogió todas las linternas de sus amigos y alumbró al hombre, se deshizo como si fuera cenizas. Los niños, del susto, dejaron a su amigo olvidado en la jaula y allí murió solo.
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