19 de noviembre de 2009
Rodolfo y su canario
(Entra Rodolfo llorando y vestido de negro)
Rodolfo- Ay, ay, ay, qué pena penita que se me ha muerto el canario, era la la alegría del vecindario. (Entra Pichotes)
Pichotes- Te acompaño en el sentimiento, pero, ¿sabes lo que me ha pasado a mí?
Rodolfo-Ya lo sé, que vendiste la moto para comprar gasolina.
Pichotes-Sí, pero aparte de eso que le puse la zancadilla a un camión cisterna y lo más grande de todo fue que no se cayó, y el camionero gordo se rió de mí.(Entra el tío de Rodolfo con una vara verde)
Tío de Rodolfo- No pasa na, yo te cojo una perdiz al vuelo con mi vara verde.
Rodolfo- Sí, pero es que a mí una perdiz no me entra en la jaula(Sale Rodolfo llorando)
Tío d Rodolfo- ¿Qué podemos hacer para alegrarlo Pichotes?
Pichotes- Vamos a regalarle mi play 3.
Tío de Rodolfo- Ay, Pichotes. ¿No te acuerdas que la vendiste para comprarte los mandos y la tarjeta de memoria.
Pichotes- ¡Ay!, es verdad.(Entra Rodolfo lleno de alegría)
Rodolfo- He encontrado el canario, estaba en la estación de Madrid, vamos a celebrarlo. (Se cierra el telón)
(Se abre el telón)
Rodolfo- ¡Qué alegría!, he encontrado a mi canario.
Tío de Rodolfo- Pichotes, ¿dónde está la tarta?
Pichotes- ¡Porras!, que la vendí para comprar las velas.
Rodolfo- Pichotes, como se siempre, no podía ser otro.
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